Arturo Espinoza
Xalapa
Una patrulla de la Fuerza Civil impactó a un taxi, en la
avenida Enríquez, zona centro de Xalapa para luego darse a la fuga; Tránsito
del Estado y personal de Política Regional de Gobierno del Estado de Veracruz
tomaron conocimiento del percance, donde no llegaron a un acuerdo debido a que decenas
de ciudadanos no permitieron que se llevaran al taxista, a quien intentaron
intimidar.
El hecho se registró alrededor de las 20:40 horas de este
lunes, cuando Jonathan Sánchez, conducía el taxi Nissan, tipo Tsuru, color
verde y blanco, número económico 2179, placas de circulación 6477XCV, modelo
2008, sobre la avenida Enríquez.
Sin embargo al llegar a la altura de la Catedral, una patrulla
de la Fuerza Civil, tipo Pick Up, número económico FC2558, le pasó pegando en
la parte frontal izquierda, para luego detenerse delante de la unidad de
alquiler.
Según Jonathan Sánchez, en la patrulla viajaban seis
elementos, dos en la cabina y cuatro en la batea, quienes al percatarse del
choque, descendieron y le dijeron “que no tenía nada y que mejor se fuera”,
para luego subirse a la camioneta y dejarlo con sus daños.
Elementos de la Policía Estatal se acercaron para
auxiliar al taxista, quien resultó ileso, pero el trabajador del volante no se
quiso mover hasta que arribara el personal de Tránsito del Estado, lo que
provocó un intenso caos vial.
Al percatarse que los uniformados de la Fuerza Civil, se
dieron a la fuga y no respondieron ante el choque, decenas de ciudadanos
comenzaron a acercarse en apoyo al taxista, quien mencionó que la dirección del
taxi se había dañado por lo que era necesario que llegara una grúa de Tránsito.
Varios sujetos comenzaron a aconsejar al taxista, para
que no se moviera y exigieron que aparecieran los elementos policiacos, por lo
que personal de Gobierno del Estado, entre ellos Julio Cerecedo, se acercó para
intentar llegar a un acuerdo, arribando
además personal de Seguridad Pública quien dijo que se haría cargo de los
gastos, invitando a Jonathan Sánchez, a pasar al interior del Palacio de
Gobierno para supuestamente pagarle los daños.
Al lugar también arribó el funcionario José Julio Espinoza
Morales, quien le exigió al taxista, que se moviera del lugar, argumentado que
“se iba a hacer lo que él decía”, lo que motivo que la gente enardecida le
mentaran la madre, a lo que se percató que era mejor marcharse del lugar.
Al lugar arribó un perito de Tránsito del Estado, quien
le explicó al taxista que debía de trasladarse a las oficinas de la dependencia
vial, llegando dos grúas así como el jefe de peritos Alejandro García Morales,
pero nadie logró que el taxista se moviera del lugar.
A casi dos horas del percance, las autoridades policiacas
y viales se marcharon del lugar, quedándose el taxista en el lugar, desconociendo
al final que era lo que quería, pues se supone que le iban a realizar la
reparación de los daños que tuvo su unidad.